Columnas realizadas para la revista MAVIROCK + reflexiones propias.
Hoy estuve en el salon museo domingo faustino sarmiento del H. Senado de la nacion viendo la exposicion de Juan de Luca llamado "arte con sentido de vida". Me complace que un pintor y escritor como juan se halla acordado de quienes, como nosotros, ponemos enfasis en la integracion del ser humano. Ojala, con la venta pueda solventarse los gastos de un servicio que para nosotros es impotante, la sede colifata..
Aca les dejo una de las obras de juancito
Un dia como cualquiera, una hora cualquiera, una persona que sueña, un gato que maulla, un perro que ladra.
Todo tiene uno, y uno tiene todo. Uno de arriba y uno de abajo. Una de cal y una de arena. Como dirian los tres mosqueteros "todos para uno y uno para todos". Y terminando toda esta parafernalia linguistica me despido con una palabra: ADIOS.
Este post lo hice desde un celular samsung probando la aplicacion oficial de blogger.
Lleven a sus hijos por la buena senda, que también les otorguen la libertad que necesitan para desarrollarse en esta comunidad en conflicto. También enseñenles a elegir lo mejor, para que, cuando tengan que formar familia, no les toque lo que les toca a ustedes de grandes.solo de esta manera les quiero decir
Yolanda Rueda lidera un colectivo de más de 1.500 personas, dispuestas a enseñar todas las oportunidades que ofrece internet. Son los llamados "Cibervoluntarios"
Tengo 35 años, soy de Málaga, y pertenezco a una generación que no ha nacido con internet. Los niños de ahora son auténticos nativos digitales, pero la gente de mi edad todavía está a dos aguas. Soy consciente de que yo también podría haber estado al otro lado de la brecha digital, pero no fue así.
En el 95, mientras estudiaba Periodismo, tuve la suerte de que una amiga me contara lo que era internet y me me di cuenta de que era una herramienta de comunicación increíble. Acabé haciendo con unos amigos un programa sobre nuevas tecnologías en la emisora de radio de la Facultad. De aquel programa surgió el germen de la Campus Party, de la que soy cofundadora. Además, creamos una empresa y nos iba muy bien, pero se empezó a hablar de la brecha digital y sentí la necesidad de actuar de algún modo en este problema.
En 2001 hice un llamamiento a través de la Red buscando a gente dispuesta a reflexionar sobre la brecha digital y a dar su tiempo para intentar cambiarlo. Quedamos y de repente aparecieron 70 personas, los primeros cibervoluntarios. Ahora hemos sobrepasado los 1.500 en toda España. Su compromiso es desinteresado e imparten cursos en pueblos, barrios, colegios o en centros de la tercera edad y, cuando es necesario, se desplazan a la casa de la gente.
Como el proyecto cada vez me demandaba más tiempo, en 2005 acabé vendiendo las acciones en mi empresa y me volqué completamente en Cibervoluntarios. Mi papel es aglutinar a la gente, organizar, ser portavoz, buscar sinergias con otras organizaciones y financiación, pero los cibervoluntarios son los verdaderos protagonistas del cambio. Por ejemplo, tenemos a una voluntaria que es profesora de chicos de 16 años que consiguió involucrar a toda su clase.
Sus alumnos aprendieron a utilizar las nuevas tecnologías y, a su vez, se convirtieron en cibervoluntarios que introdujeron a sus padres en el uso de internet. Con los jubilados y con los más mayores también hacemos un trabajo muy bonito. De entrada son muy reticentes, pero cuando descubren que es muy fácil se acaban enganchando y lo disfrutan. Internet es una herramienta para eliminar desigualdades por discapacidad, edad o género y les ayuda a no estar solos.
Para romper el hielo con los más mayores, solemos preguntarles por su pueblo natal. Cuando descubren que pueden encontrar fotos o, incluso, pasear virtualmente por sus calles, se quedan deslumbrados. También nos desplazamos mucho al medio rural. Aunque sigue siendo cierto que en el campo es más rápida una paloma mensajera que el ADSL. Para la gente que vive allí, internet es una conexión entre lo local y lo global e intentamos enseñarles nada complejo, solo ayudarles a descubrir cómo puede ser útil para su vida.
Por ejemplo, un blog puede servir a un joven emprendedor rural como estrategia de marketing o a una señora mayor le servirá para contarles a sus nietos cómo es su vida. La brecha digital es excluyente y no podemos permitir que nos convierta en ciudadanos de primera o segunda clase.
Nuestro objetivo es suprimir cualquier barrera que impida el conocimiento y uso de las nuevas tecnologías, especialmente, las físicas, sociales y culturales porque no son justas y porque estamos convencidos de que son evitables.
Para ser un cibervoluntario:
Ganas de aprender y entusiasmo por las nuevas tecnologías son requisitos suficientes para unirse a la revolución sociodigital. Los cibervoluntarios son personas que dedican su tiempo a participar en actividades dirigidas a la alfabetización digital de aquellos que no conocen la tecnología. Para ser uno de ellos no hace falta tener grandes conocimientos técnicos, pero es preciso hacer un curso de formación para aprender la forma de trabajar de la organización y cómo crear las iniciativas.
¿Cómo ayudar?
Apoya uno de los proyecto enviando un e-mail a info@cibervoluntarios.org, con tus datos de contacto. Más información
